
Así pues, ¿qué hacer con un pollo entero? La respuesta más obvia es cocinarlo entero. Aunque no lo comas de una tirada, puedes reutilizar las sobras para multitud de platos (salteados, rellenos, etc). Y cuando ya le has sacado toda la chicha, pon los huesos a trabajar y hazte un buen caldo con ellos (¡con el añadido beneficio de calcio, magnesio, potasio, y muchos otros micronutrientes!). ¿Lo prefieres cortado? No hay problema, en Pirineu en Boca te lo cortamos al momento. Aquí tienes algunas sugerencias para las diferentes partes:
Cresta – Rebozada, Barbacoa, Al horno, Al vapor
Cuello – Caldo, Fritas, Al horno
Alas – Fritas, Al horno, Barbacoa
Muslo – Frito, Al horno, Guiso, Barbacoa etc
Contramuslo – Barbacoa, Al horno, Relleno
Pechugas – A la plancha, Milanesa, Libreto, Tacos, Wok etc…
Vísceras (Hígado, Corazón, Pedrer) – Caldo, Guiso, A la plancha
Carcasa – Caldo
Patas – Caldo, A la brasa

En el próximo articulo hablaremos de las diferencias entre el pollo industrial y nuestro pollo, y sobre la historia que ha llevado a los pollos a convertirse en la carne más barata por excelencia.